Proyecto ABP
PAPEL Y MEDIO AMBIENTE
¡Adiós a los árboles por el consumo de
papel!
Es fácil reparar en la gran presencia del papel en nuestra
sociedad. Desde la revolución que supuso la imprenta, y sobre todo los mas
media, el papel está por tordas partes.
A ello hemos de añadir el boom de los envases y embalajes en
general en los tiempos modernos. La era post industrial nos ha traído
materiales de mil tipos, y el papel tiene un sinfín de aplicaciones como tales,
así como en forma de folios y un sinfín de accesorios que usamos (y de los que
a menudo abusamos) en la vida cotidiana.
En concreto, cada año se pierden 15.000 millones
árboles, y si siguen así las cosas en 300 años los borraremos del planeta.
¿Por qué fabricar papel contamina al medio ambiente?
Además de ese consumo creciente a nivel mundial, paralelo al
avance de los países en desarrollo, su fabricación representa una enorme
fuente de contaminación.
Incluso llega a afectar al medio ambiente desde la misma
plantación de árboles. Porque los bosques certificados no son todo lo
sostenibles que parecen. Además de ocupar un suelo que podría dedicarse a la
alimentación, de acuerdo con Greenpeace, se dispara el uso de
herbicidas por la moda de utilizar semillas transgénicas para mejorar
la gestión industrial de las plantaciones.
Reciclar papel para cuidar el medio
ambiente y tener un futuro mejor
Una sola hoja de papel puede ser insignificante. Sin
embargo, el uso de miles de hojas al día causa un grave daño al medio ambiente.
La tala de árboles significa un deterioro para bosques, la supervivencia de
ciertas especies e incluso para el clima de nuestro planeta, dado que los
árboles son los responsables de transformar el dióxido de carbono en oxígeno, y
contribuyen a evitar así el efecto invernadero.
Reducir, reutilizar y reciclar las hojas que
utilizamos en escuelas es primordial. Si somos capaces de reciclar una tonelada
de papel, estaremos salvando la vida a 17 árboles.
Acciones para reducir el consumo de
papel
Aprovechar ambos lados de la hoja al utilizar cuadernos o papel sucio.
No
tirar el papel, sino reciclarlo después de utilizar ambas caras.
Comprar
papel reciclado y no procesado con cloro para su blanqueo.
Usar
más la pizarra y el proyector que hojas sueltas para impartir las lecciones.
Facilitar
el reciclaje colocando cestos o carpetas en salones de clase y oficinas.
Promover
la producción de papel reciclado "casero" entre los alumnos.
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